A las 8, sonó el despertador para salir de excursión con las bicicletas. La ruta era para ver las trincheras y discurría prácticamente por senderos en los que Rocinante iba suelto de cascos. Nos defendimos como pudimos. Sólo hubo un incordio y fueron las nubes de moscas mínimas de tamaño, que hacen plaga. Son millones, nubes que tienes que atravesar mientras se te meten por todos tus orificios mientras respiras y se pegan a la piel sudorosa. Malévolos y desagradables.
Ibamos tres, Jose Luis, mi fantástico anfitrión, Elena, "la bala de Huesca" (no la persigas en una subida si no quieres tragar polvo, o morderlo, forastero y parece que no le cuesta. Bueno, a mi me lo parece) y yo. Pasamos por el Santuario de Santa María de Salas. Y luego, a subir por camino de tierra y grava que hace que Rocinante patine un poco.
Llegamos ariba y me enseñan "La Caseta Redonda". Es un escondrijo fortificado que utilizaron los maquis enfrentados a Huesca. Este "iglú", es sorprendente por su calidad de construcción. Se construyo como "guardaviñas" o "peajero". En el primer caso, tras los robos de fruto, se construyó esta edificación en la que el guarda, el dueño, en su caso, vigilaban sus propiedades. Por las características de la construcción, el ladrón no podía ver si había alguien dentro o no, con lo que se evitaban los robos. De ahí viene el dicho de "el miedo guarda la viña".
También sirvió como lugar en el que se cobraba el peaje que los ganaderos pagaban al rey.
De vuelta, Elena no avisó de una culebra en la vereda. Valientes, fuimos los dos a enfrentarnos al animal, que ya estaba inerte. Seguimos con las trincheras hasta que, acabadas, tomamos el camino de Huesca, excepto Elena, que conquistó un par de picos más, durante el resto del día.
En Huesca, nos esperaban las Olimpiadas de Albañilería. Pero llegamos cuando ya habían terminado unas mesas de patas ondulantes. De premio, cayeron 2 cerves frescas, una visita a la tienda de ultramarinos más antigua de Huesca y a comer, que después tengo que poner en orden todo esto.
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Santuario de Santa María de Salas |
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Caseta redonda |
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Vista del Castillo de Monrodón |
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Vista de Huesca, desde las trincheras |
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Elena, la mejor ciclista. |
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Concurso de albañilería |
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Ultramarinos muy antiguo de Huesca |
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Para los niños huérfanos de la guerra |
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Esta pequeña cantidad de carne es para 2 personas, según mi anfitrión. Había que alimentarme, jajaja |
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