Angües-huesca. 30 km. Vuelta a España en Bicicleta. asisomosen2012.com

Torre Iglesia Angües 

Angües

Ayudas para los habitantes del pueblo de Angües 

Interior de la iglesia

El techo original, de losas de piedra, conservado bajo el nuevo.

Maquinaria del reloj de la torre, ahora en desuso hasta su restauración

Angües

Llave hecha a mano por el herrero en estos tiempos.

Pozo de Angües

Sietamo

Sietamo

Castillo de Montearagón

Dormir en el rio, ha sido fenómenal, porque tienes agua para todo. La ropa que pude lavar ayer, aún estaba mojada y no que me quedaba más remedio que esperar a que saliera el sol y la secara un poco para poder ponérmela, aunque fuera un poco húmeda. Estaba escaso de comida, porque la bajada a dormir en el rio fue improvisada, antes de llegar a Angües, donde pensaba comprar pan para la cena. 

Llegué al pueblo, hambriento, pero me puse a hablar con el farmaceútico, y luego con unos abuelitos y luego, con e alguacil, ver el interior de la iglesia. Apasionante. La iglesia  de Santa María del Rosario conserva restos de sus pinturas, muy deterioradas. Subimos para ver la cubierta original, de losas de piedra. Y también subí al campanario, para disfrutar de sus vistas. Aquí, la campana principal, tiene una inscripción que, más o menos, dice así: Cien arrobas peso, quien no lo quiera creer, que me levante al peso. 

Las casas antiguas, aún deterioradas, me atrapan con su belleza y las historías que, en mi cabeza, escucho de sus muros.

He decidido aceptar la oferta de Jose Luis y conocer Huesca de una manera más intensa y profunda. Así que le he llamado desde aquí para avisarle. Y hemos quedado en una gasolinera a la entrada de Huesca. Desde que me junté con él, se ha convertido en el mejor anfitrión y amigo que se pueda tener. Además de conocer a medio mundo u todo Huesca, caminos, veredas, calles.... 

Y, como llegaba un poco delgado, me preparó una abundantísima comida, de bienvenida. Gracias.

Y, por la tarde, paseo a la peña de San Miguel. Desde esta peña, hasta la de enfrente, saltó D. Roldán. Una maravilla de excursión. No me atreví a subir a la cima, a través de unas grapas pero, no obstante, una belleza de sitio y de vistas. Y de compañía.