jueves, 12 de abril de 2012

Mira (Cuenca). Así somos en España en 2.012. España en bicicleta

El tiempo se está portando pelín regular conmigo, jajaja, aunque se que al país le vienen estas aguas de perlas. Como consecuencia de ello, y de otras cosas informáticas, además de una indisposición intestinal, jajaja, me he quedado un día más en el pueblo.
Mañana salgo de nuevo, espero que con fuerzas para Requena o más allá, quién sabe. Y sigo sin poder cargar las fotos en página web. En el servidor me dicen que todo está estupendo, pero lo cierto es que yo no he tocado nada y antes funcionaba. Esperemos que sea la línea. Brrrrrrr











Problemillas en la página Web

Por alguna razón, no se cargan las fotos. Mañana o pasado, lo intentaré de nuevo. Perdón a las personas de Mira

miércoles, 11 de abril de 2012

Carboneras de Guadazón-Mira. 54 Km. Asi somos en España en 2012. España en bicicleta


Me he levantado muchísimo mejor de los riñones y además me he tomado una pastilla que me ha dejado como nuevo. Y, con ímpetu, me tiré al camino para llegar a Mira, mi destino si nada me lo impedía. El tiempo no era malo. Hacía sol y una brisa muy fresquita, pero llevo ropa de abrigo para la bici, guantes de invierno incluidos.
Polideportivo de Carboneras de Guadazón
Me gustan las ruinas y hoy he visitado dos estaciones de tren abandonadas y un caserón-palacio, cantidad de bonitos todos. En uno de ellos, más concretamente en la estación de Arguisuelas, una tabla con clavo incluido, que miraba para arriba, se me ha colado a través de la suela y ha llegado al pie. Ahhhhhhh!, grité, jajaja. Pero la tabla colgaba de mi pie mientras yo daba meneos a la pierna para que se soltara. Cuando, por fín, se desincrustó de mi dolorido pie, no quise ni mirarlo. Con el dolorcillo tenía bastante y en Cardenete, los doctores me ha puesto la antitetánica y me han dado una palmadita en la espalda, deseándome un buen viaje.
Estación de Arguisuelas

Puente del tren

Estación de la Gramedosa

Centro de Salud de Cardenete

La del centro, tiene al puesto para vender cosas que le servirán para su peluquería canina futura

Reja de forja de la Iglesia

La carretera sube y baja constantemente. Ha sido durilla, pero creo que poco a poco voy haciéndome. El asfalto estaba estupendamente, lo único es que no tenía arcén, pero el tráfico era escaso y cuidadoso conmigo. En uno de los puertos, un camión que me adelantó en plena subida, dejó un margen amplísimo para no molestarme con su viento y, al meterse otra vez en su carril, por no sé que motivo, ha estado a punto de estrellarse contra el guardarail, vamos, que lo ha rozado y todo. Era un camionazo y ver que se iba por el barranco me ha puesto los pelos de punta. Menudo susto.
Y Castilla es preciosa. Me gustan sus campos. Me encantan sus castillos. Hoy, en Cardenete, he visto uno todo redondo. Una gozada. Los paisajes son un bellezón, con el rio Cabriel y sus aguas transparentes, los magníficos puentes para el tren y las ardillas, pájaros de caza y águilas varias que, desde su altura, me vigilan y acompañan, a veces. Y el tiempo ha ido mejorando poco a poco.
Castillo de Cardenete

Rio Cabriel

Me fastidian los límites que me impiden ir rapidillo en las cuestas

Villora

Caserón abandonado



Sabiduría popular, pintada en la pared

Unas cuantas cuestas después, llegue a Mira. Tiene unos 1.200 habitantes, 1.201 hoy, conmigo, jajaja. De aquí, es el venerable Antón Martín.
Un hermano de éste, cortejaba a una mujer, pero un hidalgo, creo, también lo hacía y le amenazó. El hermano lo molió a palos, una ofensa tremenda, pues en aquellos tiempos, cuando dos hombres se peleaban era con armas y los palos se utilizaban para los animales. Muy ofendido, el Hidalgo, lo asesinó. Enterado Antón Martín, buscó venganza y el otro, enterado, huyó a Granada. Hasta allí se fue Antón a buscarle. Estando en Granada, escuchó a un hombre que platicaba en una plaza. Era Juan de Dios, fundador de los Hermanos Hospitalarios que, enterado de cómo se trataba entonces a los locos, como delincuentes, decidió ayudarles y crear un hospital para tratarlos como enfermos. 
Antón, quedó deslumbrado y se unió a su causa, perdonando al asesino de su hermano y mediando, más tarde, ante la Corte Real, consiguiendo que el Rey aceptara abrir en Madrid otro hospital.
También del pueblo, es Dalmacio García Izcara que fundó la veterinaria moderna en España y el Colegio de Veterinarios de Madrid.
En Mira, su cura-párroco, Jesús y su amable y encantadora madre, me ha agasajado con un riquísimo bocadillo de queso con aceite, unos mejillones, plátano, buen vino y café. Lo pongo y especifico para agradecerles su grandísima generosidad. Hablamos de todo y me consiguieron, a través del Alcalde, otra bellísima persona, una cama y agua caliente. El Director del colegio, me ha facilitado internet. Me siento desbordado por tanta gentileza. Así somos.
Otro puente del tren

Formaciones pedrícolas

Así marca el gps los cambios de nivel de nuestras carreteras. Un contínuo subir y bajar





martes, 10 de abril de 2012

Laguna de la Gitana-Carboneras de Guadazón. 33 km. Asi somos en España en 2012. España en bicicleta

10/4 Laguna de la Gitana-Carboneras de Guadazón. 33 km.

He dormido como los reyes, aunque me he levantado con dolor de riñones. O una mala postura o un frio. Salgo camino de Pajarón, con intención de meterme en la sierra. Hay un viento incipiente, pero las nubes me indican que va a ir en aumento. La carretera es una gozada. No hay vehículos y el paisaje es de pinos y sabinas, con claros cultivados. Una belleza. A lo lejos, encuentro un pueblo abandonado. Así debían de ser los pueblos en la antiguedad. Decido ir a él. El camino de llegada, pues no hay carreteras, serpentea por el campo y me acerca, poco a poco a Los Oteros, creo que se llama o, al menos, eso pone en una fuente que ya no echa agua. Tampoco hay calles asfaltadas y las casas, algunas todavía en pie, están abandonadas con restos de lo que un día fue un hogar. Me gustan estas cosas y, cuando estoy en ellas, no puedo evitar imaginarme la vida en esas condiciones. Ni luz, ni agua.


Pueblo abandonado de Los Oteros





Los Orcajos

Mientras el viento aumenta gradualmente, enfilo la carretera nuevamente y, tras luchar con el viento y las cuestas, llego al pueblo. Todas las personas están en el entierro de una abuelita de noventa y pico años. Pregunto si la gente vive mucho en éste pueblo y me dicen que sí. No me extraña. Su elevada situación y su enclave, lo mantiene limpio y sano constantemente. En Pajarón, el 21 de agosto de 1.289, las tropas aragonesas, vencieron, finalmente a las castellanas.
Sólo puedo hacer una foto a una persona. El pueblo entero está en la iglesia y no puedo ni comprar el pan. Y el viento corretea alegremente aumentando su intensidad mucho, por lo que decido cambiar de ruta y enfilar hacia Valencia, primero a Carboneras de Guadazón y luego tirar hacia Utiel o cercanías.


Pajarón

Pajarón

Ventana de la Iglesia de Pajarón

El bello durmiente de Pajarón


Firma en la fuente de Pajarón

Entierro a hombros de una abuelita en Pajarón

En Carboneras de Guadazón, paro a comprar pan en la panadería de Moreno Abalos. Ellos me invitan a la comida y un cliente a un botellín. Muchísimas gracias a los dos. Y a buscar acomodo, porque los riñones han dicho basta y el viento está insoportable. Mientras tanto, estoy en la biblioteca del pueblo, abusando de su internet, bien acompañado. De nuevo, gracias


Frontón cubierto de Carboneras de Guadazón

Fábrica de harinas de Carboneras de Guadazón

Iglesia de Carboneras de Guadazón


Monasterio de Carboneras de Guadazón

51 km. Cuenca-Cañada del Hoyo (lagunas). Asi somos en España en 2012. España en bicicleta

9/4

51 km. Cuenca-Cañada del Hoyo (lagunas).
Tocaba rabiosamente emprender el camino, pero me levanté confuso. Mientras preparaba las cosas, empecé a forjar la idea de quedarme un día más. Tenía mil excusas y todas me convencían, pero el día radiante invitaba a ponerse en marcha. Tras hacer una gestión, emprendí la huida de la Ciudad Encantada, que no es la que nos venden, de piedras preciosas, eso sí. Cuenca atrapa. No se que tiene, pero sólo se puede salir de ella, huyendo, de quedarse un día más... y otro...
Salí por la de Teruel, camino de Fuentes, subí el Puerto de Rocho y llegue a un cruce, con un desvío a  Cañada del Hoyo y Las Lagunas: 8 Km, Me atrajo lo de las lagunas y 8 Km., no eran muchos. Me desvié. Hasta ahí, el camino había sido precioso, el puerto, con lo que me espera, no se me hizo imposible y el día radiante, ayudaba a avanzar alegre y contento.
En Fuentes, paré a comer. Comí, en el bar regentado por Mari Angeles, un gigante bocadillo de tortilla con bonito. Me vio con Rocinante y se le iluminaron los ojos. A partír de ahí, fui agasajado con su cariño y atenciones. Trabaja de 61/2 de la mañana al infinito, o sea, hasta que la parroquia decide abandonar la sala. Lleva 18 años ininterrumpidos trabajando,, si cerrar un solo día en todo ese tiempo. Y se declara feliz, muy feliz, pero lo mejor, es que lo declaran sus ojos y su expresión. Y siguen colaborando las personas. Gracias a todas ellas. Después de pasear por el pueblo, engancho de  nuevo y llego al cruce antes dicho.
Mientras bajo una cuesta de vértigo (mañana tocará subirla), veo a lo lejos un pueblo con una fortaleza en la loma. Es Cañada del Hoyo. Me gusta y pienso que ha valido la pena el desvío. Me acerco a una fábrica de mimbre, que estaba cerrada. Me acompaña un perrillo precioso, al otro lado de la valla, ladrando cada vez menos. Los mimbres están secándose en mazos. Es algo característico de Cuenca. 



La tarde va cayendo y toca buscarse la cena. Veo una fábrica de embutidos y venta de ellos y queso. Paro a comprar uno y la señora, un encanto, me regala una buena ración de jamón y un salchichón. Cada día estoy más impresionado con la generosidad de las personas con las que me relaciono. Vuelvo a parar a comprar pan en un restaurante, pues la panadería estaba cerrada. Me lo regalan, también. Gracias. Ya digo.
Con Estefanía, que se preocupó de conseguirme dónde dormir, Francisco a la izda. y Pablo.

Iglesia de Fuentes

Puerta de la Iglesia

Puente de Fuentes

Ayuntamiento de Fuentes

Estación de la Melgosa

Interior de la estación
Y a por las Lagunas. Me han contado, además que, de las Lagunas, no tengo que volver y que tengo un camino a Carboneras de Guadazón. Mejor. Esa muy larga cuesta, me habría costado un disgusto. Llego a las Lagunas. Son Torcas llenas de agua. Voy a la Laguna de la Gitana. Se la conoce así por una leyenda. Cuentan que los hijos de dos familias gitanas, enemigas, se enamoraron. A causa del amor imposible, la amada, perdió el sentido y cayó a la laguna, muriendo. Desde entonces, las aguas de ella cambian, en función de la estación, del verde azulado al blanco lechoso, en señal del amor puro. En el lugar, se clavó una cruz, por eso tiene, también, el nombre de Laguna de la Cruz.


Cañada del Hoyo

Laguna de la Gitana

Laguna del Tejo

Mi hotel