Yesa-Pamplona. 71 km. Vuelta a España en Bicicleta. Asi somos en 2012

Después de despedirme de Eugenio y Rebeca y de hacer unas fotos del pequeñísimo y desperdigado pueblo, mi meta estaba ya en Pamplona y mi intención, en principio era hacer pocas paradas. Había madrugado bastante, pero aún debo hacerlo más si quiero evitar el abrasador calor del mediodía. Seguía por la carretera secundaria que, a veces, transcurre paralela a la autopista. Estas pequeñas carreteras suben y bajan bastante, pues suelen seguir la orografía del lugar.  Las subidas y bajadas se enlazaban hasta llegar al puerto de Loitti. No es un puerto duro ni largo, pero con el calor que hacía, costaba. 

Hice una parada, bebí agua y me comí una barra de cereales con chocolate fabulosas que venden en cajas de seis en prácticamente cualquier tienda y a las que me he hecho socio. A lo lejos, me parecio ver a un ciclista viajero que subía empujando la bicicleta. Era Rafa. Nos habíamos conocido en el albergue y me contó que se había perdido y que, en el camino, se había dejado las fuerzas e iba reventado. Charlamos un rato y yo seguí porque aún conservaba algunas, jajaja. 

Cuando coroné, feliz de haberlo hecho, pregunté a un ciclista que allí estaba por la ruta hasta Pamplona, por pequeñas carreteras. Llegué a Monreal y me metí al pueblo, a fotografiar la torre de la iglesia y hacer mi visita al Ayuntamiento, infructuosa, como ya va siendo habitual, pues sus concejales y el alcalde, estaban trabajando. Me fuí al bar donde sellan a los peregrinos y allí conocí a tres personas que, como viene siendo habitual, me arroparon en mi viaje, me dieron de beber y me ofrecieron cuanto necesitara. Les agradecí su compañía y ayuda, pero debía seguir cuanto antes, ya que el sol apretaba de lo lindo. 

Los de NavarraTv, me habían llamado para hacerme una entrevista y quería llegar antes de la hora de comer, cosa difícil, pues eran cerca de las 13h. Por fortuna, ya no hubo grandes cuestas y pude mantener un ritmo alto. Preguntando, conseguí entrar en la ciudad por un polígono industrial y las universidades, sin tocar las autovía. Y llegué a Pamplona. Después de recorrerla arbitrariamente, busqué con ahinco, un burguer. Necesitaba comer algo de carne, jajaja y beberme una cerveza.

Una vez comido, deambulé por la ciudad hasta las 18,30h, aprox. en que los de la tele me citaron para el reportaje.

Hoy me encontraba un poco nervioso, jajaja. Pero hice lo que pude. y, a las 21,30 había quedado con Alvaro, mi anfitrión en la ciudad, conseguido a través de la página couchsurfing.org. Desde el encuentro, me di cuenta que mi estancia en su casa iba a ser muy cómoda y agradable.