sábado, 21 de julio de 2012

Otur-Ribadeo (Galicia). 63 Km. Asi somos en 2012. Vuelta a España en Bicicleta. Rocinante.

Etapa del jueves, 19 de julio de 2.102.

Anoche, cuando tenía todo el tenderete montado, apareció el Sr.. cura. No le hizo mucha gracia que tuviera la tienda dentro del techado de la iglesia y no le faltaba razón, porque justo enfrente, a 10 metros, había una estructura techada donde instalarse, con dos inconvenientes. Estaba sucio y el ruido de la carretera, justo al lado, era infernal y en la iglesia estaba bastante protegido de él.
La sangre no llegó al rio, jajaja y, en cuanto hablamos, nos entendimos. Yo le aseguré que quedaría igual que me lo encontré y el me pidió que fuera cuidadoso con las manchas. También me preguntó si necesitaba cualquier cosa. Pronto estará enrejada, como otras muchas, que ya no permiten al viajero resguardarse.
Al poco de salir, me encuentro un pesquero navegando por la hierba. ¿Me habré vuelto majareta?. Me despierta un camión que pasa ruidoso y cercano, saludándome con sus vientos de rebufo.
En la cuneta, veo un cartel que indica "Playa de Barayo", Reserva Natural. Desde la carretera, el mar, en su amplitud, parece cercano. La realidad es que si decides ir a él, no es así. Además, las fuerzas de la naturaleza lo alejan paulatinamente, a medida que tu avanzas. Parece, por tanto, que nunca vas a llegar.
En el camino, las aves rapaces se enseñorean en la caza. Me encanta verlas y ya he vivido maravillosas experiencias, como evitar que una robara una gallina cuando, por casualidad, aparecí yo para hacer una foto del gallinero o cuando me cruce con otra, a baja altura, por un bosque. Pasó como a tres metros de mi, a la altura de mi cabeza. Susto y belleza a raudales.
La Playa de Barayo, es otra belleza. Absolutamente solitaria, a esas horas, tiene una cueva en su vertiente derecha, según se llega. Desde el exterior, acostumbrados los ojos a la luz del sol, se ven profundas y de fondo incierto.
Se que a los osos les gusta la miel. Preparé un tarro antes de entrar para demostrar mi amistad si hubiera uno en su interior. No hubo necesidad de usarlo. Los osos habían salido, jajaja.
La cueva es profunda y confortable. Y tiene 3 bocas, con un gran salón al fondo. Por lo que ví, en pintadas en la piedra, es una playa nudista.
Pasando por iglesias y escuelas, llegué a Navia. Aquí,me encontré con los de Aivan. Es una Asociación de jóvenes que se mueven para dotar a la ciudad de actividades para ellos. Con la colaboración de la Concejalía de Bienestar Social y la ayuda y monitorización de Partycipa, a través de Sergio. Hoy, día de mercadillo, tenían una mesa con todo tipo de objetos a la venta. Llevaban 80 euros vendidos.
Cojo un camino para ver el Castro de Cabo Blanco, que no veo, porque lo tienen enterrado, pero en el camino, no lo dicen, jajaja, y decido seguir por el GR-E9, camino de Tapia de Casariego. No es malo, pero tiene una subida de aúpa. Cuando llego al albergue de Tapia, es bastante tarde, pero un familiar tiene un piso en Ribadeo y quiero dormir en cama.

Aquí, en Tapia de Casariego, vive y trabaja Jesús Eugenio, maquetista profesional, de navíos a cualquier escala, desde la 1:1 en adelante. 
Jesús Eugenio ha trabajado en la mar, durante cuatro años y ha desarrollado, a través de la experiencia, tal conocimiento sobre barcos que, un día, le llevaron a construirlos a tamaño real. Sab e de formas, de hidrodinámica y de usos, tanto, que le llegan a encargar el diseño de barcos para usos específicos y me cuenta que, los patrones de embarcaciones, se encariñan tanto con ellas que, a veces, les impide ver los defectos de las mismas. Sus maquetas son, o para empresas o para particulares que saben lo que quieren y aprecian su meticulosidad en las formas y acabados, idénticos, minuciosamente, a los reales.
Opina, con muchas razones, de la ventaja de la construcción en fibra sobre la madera o el acero. Y, me recuerda, como sé que es cierto, que sus barcos son seguros y navegables, para el uso en que fueron construidos. Tomar nota si queréis una embarcación.

Cruzo el puente de la Ria del Eo acojonadito. Es estrecho y la barandilla está a la altura del asiento, o sea, que llevas el cuerpo por encima de él. 400 o 600 metros de puente, no recuerdo. Llego a Ribadeo de noche y, entro en el piso a las 23:30.
Estaré uno o dos días, preparando el ataque al interior. Se acabó la costa. Ahora, camino de Santiago. Por Mondoñedo





















Ayuntamiento de Navia





Iglesia de Santa María de Cartavio.





Ermita de San Pelayo.




Palacio de Fonfría. S.XVI.















Tapia de Casariego



Consejo de Ancianos.

Escuela



Luces encendidas por primera vez, ante la noche.


Ultima Capilla de Asturias



Cruzando la Ría

A la derecha, Galicia. A la izquierda, Asturias



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