Miércoles, 4 de Julio de 2.012.
Recorrido: Bárcena de Cudón, Mar, Requejada, Barreda, Queveda, Santillana del Mar, Arroyo, Oreña, Caborredondo, Cigüenza, Novales y Cóbreces.
Algo hay en mi tripa que no quiere estar y me avisa con retortijones, jajaja. Me desperté a las 4,30, pero me había dormido a las 22,45. No es que fuera muchas oras, pero me sentía descansado y con ganas de "fiesta". Salí de la tienda para hacer fotos, que no hice, y disfrutar de la luna llena que, en ese momento, estaba despejada. Me di un paseo y volví a la tienda para intentar dormir algo más y lo mejor es que me levanté dolido de las extremidades y con un lumbago, creo, de risa, jajaja.
Hoy, en cuanto a fuerzas, no era mi día, estaba claro, así que resolví tomarme las cosas con calma y hacer lo que pudiera, pero me costaba y mucho, cualquier repecho. Mientras tanto, las músicas de mis tripas cantaban "La Traviata". Pude llegar a Santillana del Mar, el pueblo de las tres mentiras. Ni es alta, ni es llana, ni tiene mar. Esto me lo contaba, Juan Díaz en el taller de Emilio Rodriguez. Eso y lo de "Cama alta, poca ropa, señal de gente loca" y se partía de la risa. Tres veces lo contó, para que pudiera escribirlo y las tres veces no podía ni terminar, se reía tanto que hasta le lloraban los ojos, jajaja.
Santillana es un pueblo que hay que visitar, porque se lo merece y mucho. Una auténtica delicia de cuidadas casas con mucho sabor antiguo. Por caserones y escudos, a cual más esplendoroso, nadie quedará desencantado. Y había muchos turistas fotografiándolo todo, incluso a la bruja que Julio Sanz, ceramista, tiene puesta en la puerta de la tienda y que, de tanto toquetear, han conseguido romperla, e incluso le arrancaron la narizota. Con Julio hablé largo rato, ayudado por la falta de clientela del momento. Me contó su lucha particular que, como David contra Goliat, tuvo que librar para poder mantener su negocio en marcha. La buena rentabilidad del negocio de la construcción, en su momento, hizo que intentaran, por cualquier medio, echarle de su local, alquilado. No lo consiguieron y, al finalizar su relato, concluyó con un rotundo "así somos".
Desde Santillana, llegué al alto donde se encuentra la Parroquia de San Pedro de Oreña. después bajé, subí, bajé y tal y tal, hasta que llegué a Cóbreces. Mientras veía en una iglesia que está en una loma, San Pedro, creo, empezó a calabobear y luego a llover. Aquí hay un Convento de Capuchinos que tiene albergue y he decidido quedarme, para ver si me recupero. Y no cenar, que descanse el estómago.
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Casona palacio de Queveda |
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Emilio y Juan |
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Julio, escultor, pintor, artista |
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La bruja del taller de Julio |
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Iglesuca de Novales |
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Iglesia de Santa Ana |
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Interior de Santa Ana |
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Iglesia de San Pedro |
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Albergue |
Hola compañero, veo que los viajes relampagos no te sientan bien al estomago, o quizas fue la cocacola que tomamos.... tanta fiesta... asín sin bajarse de la bici...
ResponderEliminarBueno, que fue un placer verte, que me hubiera quedado miles de horas hablando asín que... un fuerte abrazo