Lunes, 25 de junio de 2.012.
Estoy en el albergue "La Cabaña del abuelo Peuto". llegué ayer por la tarde, con idea de marchar esta mañana, pero mis ruedas, o zapatos de Rocinante, no han llegado a Santander, como estaba previsto. Ya está solucionado y parece que mañana a la mañana podré recogerlas de una dirección que me han dado. Tengo que hacer tiempo, y qué mejor que actualizar el blog y la web.
Aquí estoy con Ernesto, de casi 75 años. Un joven, que ofrece su casa para descanso de los sufridos viajeros peregrinos, que ha viajado por el mundo y que es cura. Su casa, antes de sus abuelos, tenía el establo donde ahora está la chimenea y el comedor. Todo ello, es un regalo para el peregrino. Atención y cariño a raudales que es dado por él mismo y por los hospitaleros, varios, dado el tamaño y la cantidad de trabajo que tienen. Limpieza, espacio, comodidad, situación... una joya.
Si te pilla por el camino, no lo dudes.
Hola compañero, ultimamente mis actividades me tienen fuera de tu onda, y ya lo siento, pero tengo que priorizar...
ResponderEliminarMe alegra saber que estas bien, en breve continuamos con lo que tenemos pendiente.
Un fortisimo abrazo y animo.