domingo, 8 de julio de 2012

Buelna-Playa de Pría. 51 km. Así somos en 2012. Vuelta a España en Bicicleta. Camino del Norte de Santiago. Rocinante. Bicicleta

Viernes, 6 de Julio.
Salí de Buelna, después de dejar la parcela inmaculada y devolver una bandeja de plástico, que me habían prestado para tapar una alcantarilla y que no salieran las ratillas, que tampoco me agradan. Con la fresca, llegué a Comillas, pueblo del que también guardo buenos recuerdos familiares.
Aquí, he conocido a buena gente, contadores de bellas historias, que hace que me sienta como un juglar.
José Antonio, farero o, como el se auto denomina entre risas, Técnico de Señales Marítimas, hijo de farero, me explicaba que los faros antiguos, de cuando trabajaba su padre, utilizaban el petróleo, en lugar de electricidad, para la luz y, cuando llegaron las bombillas eléctricas, éstas duraban un mes, contra el año que duran ahora, aproximadamente.
Una de las cosas que más me sorprendió de sus enseñanzas, es el giro de la luz del faro. Ahora, son eléctricos, pero antaño, giraban movidos por poleas, como los relojes de cuco. Dependiendo de la altura del faro, los más altos, la polea daba para toda la noche. En los bajitos, había que cargar la "cuerda" dos o tres veces en el mismo periodo.
Hoy día, la profesión está a extinguir, las señales de niebla dejaron de utilizarse hace unos 10 años, todo el control está monitorizado y el GPS, hace estragos en una profesión apasionante y cuyos miembros amaban su trabajo.
Amantes de su trabajo, los hay. Es el caso e Oscar Sánchez, de 80 años. Este venerable señor, construye, a fuerza de tiempo y pasión, unos saleros, jarras, taburetes y otros objetos en madera de castaño y roble, e incluso nogal que, por su sencillez y belleza, cautivan.
Cuando trabajaba en Obras Públicas de las carreteras, iba a comer a un bar donde un viejo paisanín, hacía cosas parecidas a las que él hace ahora. Y se quedaba embobado observando como, de un tronco de madera, nacían objetos de uso cotidiano. Al jubilarse, le ha imitado. Empezó copiando un salero que había en casa de su abuelo. De guaje, un día abrió uno que estaba abandonado en el horreo, y dentro de una de sus dos cavidades, había un montón de moscas muertas. La imagen se le quedó grabada, tanto, que fue la primera pieza que hizo. Hoy, vende dicho salero, con todo el trabajo de horas que lleva, el material y el amor que le pone, en sólo ¡9 euros!. Pena de bicicleta que no me permite llevarme uno de recuerdo. Hace más cosas y sabe de la vida mucho más que algunos prohombres que nos rodean. Opina que cualquier persona puede hacer lo que se proponga. Saldrá mal, quizás, a la primera, pero que no hay que rendirse.
La madera, basto material del país, es el material que utiliza, igualmente, Santiago Fuentecilla, también de 80 años. Carpintero de Ribera, ebanista, pescador, etc., cuando se jubiló, para matar el tiempo, se propuso construir unas maquetas de barcos para sus hijos. Hoy, es un avezado y amante constructor de barcos a escala, de cualquier tipo y condición, con todos sus detalles y los encargos le vienen de toda la geografía española, e incluso del extranjero.
Construye armoniosos y bellísimos barcos que encandilan a primera vista y, es tanta su experiencia, que basta, apenas un dibujo, para que recree, con toda fidelidad de medidas y proporciones, cualquier embarcación de época. Hablando con él, se le encienden los ojos con el brillo del del que disfruta con lo que hace. Y viendo su taller, uno se siente Alejandro Malaspina, Juan Sebastián de Elcano o Cristobal Colón, surcando los mares en busca de nuevas.
Con todos ellos, habría dedicado muchas más horas, aprendiendo y escuchando, fotografiando, aspirando el olor a maderas o a viejas historias. Pero Rocinante, inquieto, me llamaba y yo, pobre siervo de mi viaje, me pongo en marcha de nuevo, en busca de comida, en la Cueva, donde Esperanza Noriega me trata con todo el cariño que los asturianos saben dar.
Se me está pasando el día, pero quiero más y, regañando al reloj, me dirijo a Cue, a 2 km. de Comillas, donde se preparan y envasan las anchoas Ballota.
Noelia García, y una compañera, con sus manos y delicadeza, limpian los lomos de las anchoas de espinas, para que nos agraden al comerlas. Todo el proceso se realiza a mano, como el comerlas, que están buenísimas.
La anchoa se prepara a partir del bocarte, se le quita la cabeza y las tripas y se pone en salazón de 9 a 15 meses. Después de quitarle la piel, desalarlo, lavarlo, separar los lomos, quitar espinas, retirar el agua sobrante, etc, se envasa en rico aceite y al plato.
Son las tantas y aún me quedan cosas por ver, pero he de salir y lo hago. Voy en busca de una fábrica de quesos artesanal, familiar, que elabora el queso a partir de la leche de vacas y cabras propias. Se llama Bedón.
En en centro del paraíso terrenal, en Frieras, Posada de Llanes aunque me cuesta llegar, se encuentra esta quesería familiar. Sus quesos, de cabra, vaca y mezcla, son una delicia y cuentan con varios premios y distinciones, además de una exquisita amabilidad para el visitante.
Afortunadamente, el día no quiere terminar, y aún veo una playa, la de Pría, que se forma en el interior gracias a unas cuevas que llevan y traen sus aguas de la costa, y a los Bufones, que son unos agujeros que hay en el suelo, a unos cincuenta o más metros de la costa, por los que sale expedida el agua en marea alta y fuerte mar. Bufan como gigantes de respiración agitada y, es tal la cantidad de agua que expelen, en momentos de máximo apogeo que hace unos 12 años una persona murió al ser lanzada al aire por el impacto del fortísimo chorro. Yo no tuve suerte y, salvo el sonido y algo de vapor, que ya impresiona y mucho, no pude ser lanzado. Y gracias.
Todo esto, somos.


Puerta de un palacio semiabandonado que se repite en otro. Curioso






























Limpieza de espinas




















Playa de Gulpiyuri

Gulpiyuri













Uno de los bufones


Bufón

Un bufón echando vapor





2 comentarios:

  1. El buen comer... es lo que más se echa de menos aquí. Que por un gramo de queso manchego o un mal jamón italiano te sacan los ojos y parte del hígado!

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  2. Estas historias tuyas son las que más me gustan.... Te encandilan como cuando eramos niños y nuestros seres queridos contaban historias para mantenernos tranquilos antes de ir a la cama....

    Gracias por ese viaje Juan, a muchos nos hacia falta recordar aquellos momentos.

    Un abrazo.

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