martes, 22 de mayo de 2012

Monzón-Barbastro. 30 km. España en bicicleta.


La noche ha sido un buen vendaval pero he podido dormir lo suficiente y me puse tanta ropa que he tenido hasta calor. Y ni gota de humedad. A pesar de todo, me he levantado un poco torcido de la espalda y he tenido que tomarme con calma la arrancada. Como me demoré bastante, hasta las 11, el viento había amainado lo suficiente, afortunadamente, y he llegado a Monzón para empezar mi trabajo en la provincia de Huesca. El primer contacto ha sido positivo y he podido enlazar a tres personas seguidas a la entrada de la ciudad, que tiene un castillo. Me ha llamado la atención el fuerte acento, tan diferente del que llevaba escuchando bastantes días.
Después he ido al ayuntamiento, como es mi costumbre y allí, he podido charlar con Julián, Concejal de Cultura y Deportes, que me ha informado que la Alcaldesa, María Rosa Lanau, estaba trabajando en un colegio, al que me he dirigido. Ya era casi la hora de comer y he pedido que, si sobraba algo, podrían darme un plato. Me han dado un kit de bocadillo, botellín de agua y dos piezas de fruta. Gracias.
La alcaldesa, me ha explicado que prefería que no le hiciera allí las fotos y me ha citado en el ayuntamiento a las 13,45 (eran las 13). Tras la espera, me han dicho que la excusara pues le habían surgido asuntos que la impedían acudir a mi cita. Tras comer, he intentado hacer más entrevistas, con resultados muy negativos en una gran cantidad de personas. Y... me he venido un poco abajo. Ultimamente, me cuesta conseguir gente y me está desgastando bastante, jajaja. Por fortuna, cuando ya estaba para irme y admitir que "así somos" y "esto es lo que hay", he visto un bar que se llamaba "Taberna Escuela de Calor". Su nombre me ha agradado y me he metido dentro. Allí, me han apoyado, ayudado y ofrecido comida, que he rechazado pues ya tenía. Gracias. Y me han aclarado la ruta. Y nos hemos reído un montón. Una verdadera Escuela de Calor Humano. Gracias otra vez. He salido con más personas en la cartera, por fortuna y, a las 16, he apuntado camino de Huesca. 
Monzón, de 17.500 habitantes, fue lugar de asentamiento de la Orden del Temple en su castillo, que a su vez, resultó invadido en las guerras Napoleónicas por 20 franceses a los que no hubo manera de echar ni vencer. Sólo, cuando el resto de las tropas se retiraban y viendo que se quedaban más solos que la una, decidieron salir para unirse a sus compañeros. Como les esperaban fuera, fueron apresados.
Aquí, también, fue encontrada la famosa Tizona que el Cid perdió y que hoy se encuentra en Madrid. Y, si esto resulta curioso, no lo es menos que de la ciudad son nativos 5 deportistas olímpicos, en esquí, tenis y atletismo y, en otro orden de cosas, aquí vivió Joaquín Costa. Yo he visto su casa.
Había que continuar, aunque fuera un poco, y he llegado a Barbastro. En una ferretería, que por expreso deseo de la persona que me ha ayudado, no diré cual es, me han colocado unas arandelas en el guardabarros delantero para separarlo un poco del neumático pues, con frecuencia, ambos se rozaban y se hacían cosquillas, lo que provocaba risas que yo confundía con chirridos. Gracias. Y he paseado un poco por ella, viendo una prensa gigante de aceitunas que está en la calle y las cuevas del hielo, entre otras cosas. 
Mañana, intentaré pasarme por el ayuntamiento, jajaja. Y seguir, que el cantábrico me espera. Y no hace ni gota de viento.




Monzón









Castejón del Puente


Modernas Bodegas

Este jabalí... mecachis

Barbastro y la prensa de aciete








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